EL "SAINT-PELERIN"
DE COMPOSTELLE.
Bronce y plata 650x 840.
A pocos metros, gracias a la doble lectura, vemos primero una crucifixión.
Pero se trata de un peregrino del Camino de Santiago. El caminante está en reposo, con los brazos apoyados en el bordón que lleva al cuello. La posición alude inevitablemente a Cristo en la cruz. Es una analogía que dice que está en el sufrimiento de Cristo. Entonces la mirada se centra en un detalle, el material del que está hecho...
Una mirada más atenta revela que en realidad es una amalgama de más de medio millar de cruces de rosario: está sólidamente habitada por la fe, porque es su material.
La cruz central de la cara recuerda los cascos de los cruzados, porque fue en esta época de la historia cuando Santiago fue decapitado.
Las primeras series en bronce y plata, de casi un metro de altura y numeradas del 1 al 10, estaban destinadas a las autoridades religiosas o a los grandes coleccionistas.
Existe un proyecto real para una estampa en resina o patinada en plata vieja o zamac, que cada peregrino podría permitirse al final de su peregrinación y que no superaría los 30 cm.
La idea de un "nuevo Santiago" me fue sugerida por peregrinos que consideraban que faltaba una nueva representación artística y significativa del peregrino. Un noble recuerdo de su peregrinación. Actualmente estoy trabajando en la producción de estas estatuillas. Cualquier consejo, proyecto de financiación, organización o enlace relacionado con esta noble peregrinación, y que pueda asociarse a mi investigación, será muy bien recibido.
Que conste que la primera exposición de esta pieza tuvo lugar en "La chapelle Saint Jacques" de Mantes la jolie, donde los peregrinos pudieron apreciar el original.
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